La alta inflación y el bajo crecimiento hacen del 2022 uno de los peores años para la economía mundial de todo este siglo. Y las perspectivas para 2023 no son nada alagüeñas con recesiones en muchos países y una crisis energética que no ve fin. Latinoamérica confía en que China relaje sus medidas de Cero Covid para impulsar el comercio con el gigante asiático. Y Europa seguirá a la merced de la voluntad de Putin mientras busca desesperadamente alternativas energéticas a los hidrocarburos rusos.