El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha asegurado que Rusia ha convertido la región del Donbás en un “infierno” y que la zona está destruída. Moscú, por su parte, tiene ahora el control total de Mariúpol y afirma que “todos” los soldados ucranianos de la siderúrgica de Azovtal “se han rendido”. Kiev teme por la suerte de los civiles y soldados en manos de Rusia.