Un chico decidió cavar varios agujeros conectados en la arena junto al mar, solo por diversión. Pero luego vino la sorpresa: con cada ola que llegaba, el agua del mar comenzaba a llenar los agujeros. Pero en lugar de que el agua regrese al océano, este no es el caso. El punto de conexión entre los agujeros se mantuvo firme, creando esta escena muy inusual. Todo lo que se necesita es esta experiencia fácil en la playa, que llamó la atención: ¡si la policía lo hubiera visto haciéndolo, las cosas podrían haber resultado de manera muy diferente!