Ucrania celebra la liberación de la ciudad de Jersón, bastión clave situado en el sur del país. Las imágenes del júbilo ucraniano contrastan con el silencio de Vladirmir Putin sobre este revés. Las autoridades prorrusas trasladaron a la ciudad ucraniana de Geníchesk la capital administrativa temporal de la región de Jersón que, según dijeron, seguirá siendo rusa. El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, afirmó que la victoria ante Rusia es solo “cuestión de tiempo”.