La caravana por fin de año que se dirigía a Estados Unidos tuvo que detenerse ante el frío intenso que azota la frontera. Los migrantes están sufriendo el impacto de una tormenta invernal, con aire ártico bajando desde la costa de Estados Unidos.
Los que más sufren son los migrantes caribeños que no están acostumbrados a soportar estas temperaturas. Por ejemplo, los venezolanos dicen que extrañan el clima de su país. Y señalan que no se acostumbran al frío de Estados Unidos.
En Nueva York habrá temperaturas mínimas de -6 grados, más previsión de nevadas.
Esta situación los ha llevado a considerar emprender el viaje de regreso a su patria.
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